“La digitalización de los procesos se volvió clave en el funcionamiento de la logística”

Hay un momento en la vida de los empresarios en que el trabajo pasa a ocupar la mayor parte del día y de la semana. Se volverá la preocupación central de todos sus pensamientos y, en el caso de las empresas familiares, esta situación puede incluso superar cualquier límite.  

“La logística es una parte fundamental de mi vida porque estoy todo el tiempo dedicado a esta actividad”, dice Matías Álvarez Piris, gerente General de Zarcam Logística. Además de la gerencia, reconoce, tiene la mirada de propietario y accionista de la compañía por lo que “fuera de las horas laborales también estoy pensando en logística”.

Hijo de uno de los accionistas, y con el título de Administración de Empresas de la Universidad de Belgrano, desde joven aprendió la actividad en el corazón mismo de las operaciones. “Arranqué cargando los viajes en una hoja de ruta, en la época en que todo se hacía a mano, así aprendí sobre tráfico y operaciones”, recuerda ahora a los 50 años.

En ese aspecto, agrega, es donde nota los mayores cambios en la actividad: “Hoy es todo digital, la parte informática, la digitalización de los procesos se volvió clave en el funcionamiento de la logística”.

-¿Cómo analiza la realidad del sector?
– Cuando conversamos con los colegas, observo que la actividad está bien en cuanto a volumen. Estamos creciendo, incluso, en ese sentido respecto de años anteriores. Sin embargo, también tenemos un aumento considerable de costos que muchas veces es desmedido en comparación con los incrementos de las tarifas por servicios. Es decir, los costos nos aumentan todos los meses y los acuerdos de tarifas con los clientes se ajustan con una frecuencia de entre 3 y 6 meses, por lo que el desfasaje financiero tiene un impacto muy negativo en la empresa de logística. 

-¿Hay más inconvenientes así?
-Otro de los inconvenientes que vemos es que, en paralelo al aumento de volumen, se registra una falta de servicio de almacenaje y transporte, sobre todo de camiones. Es decir, si hoy tuviésemos 15% más de flota estaríamos viajando y ofreciendo más servicios. Por eso, trabajamos en un plan de desarrollo de fleteros, revisando mucho las tarifas y tratando de profesionalizarlos en varios aspectos. De esta manera, pudimos ampliar un poco la flota pero todavía no alcanza.

-¿Cuál es el nivel de los operadores logísticos en Argentina?
-Existe una variedad importante, porque la actividad justamente permite que muchos emprendedores con ganas de invertir se embarquen en proyectos logísticos, aunque con bastante desconocimiento. Ahí se nota la falta de profesionalismo. Pero, por suerte, la contracara es que hay un grupo de empresarios nacionales consolidados y muy profesionales que, incluso durante la pandemia, demostraron el nivel de excelencia que predomina en el sector. 

Tanto en ese aspecto, como en la digitalización de los procesos que es lo que más impacta hoy en la actividad, Argentina está muy bien posicionada en la región. Además, tenemos muy buenos recursos humanos. Es cierto que faltan profesionales, especialmente choferes de camión, pero el nivel que existe es bueno. 

-¿Cuál es su visión de la logística como negocio?
Lo primero es tratar de alcanzar un crecimiento sostenible en el tiempo. Por ejemplo, a lo largo de los años vimos que los negocios de warehousing tienen una mayor rentabilidad que el transporte, por lo que intentamos que nuestros planes de inversiones se enfoquen en los negocios de almacenaje. Después de eso, es clave generar valor a nuestros clientes y lo hacemos buscando que nuestra logística no sea un commodity, no sea estándar. Tratamos de diferenciarnos, agregar servicios permanentemente, para fidelizar también a los clientes actuales. 

-¿Qué piensa cuando se dice que la logística es la que encarece la cadena de producción hasta la góndola?
-Es una lástima porque se trata de una difamación nada legítima. Es muy fácil comprobar que nosotros no tenemos injerencia o control sobre los principales costos de nuestra actividad, porque están regulados: desde los recursos humanos hasta los combustibles. Por lo tanto, sería muy sencillo poder analizar y calcular de dónde salen los precios de las tarifas logísticas. 

-¿Es cara la logística argentina?
-Entiendo que no. Tendría que analizarlo en relación con otros países, pero en cuanto a lo que mencioné antes del combustible y el personal, no comparto esa visión.

-Si tuviera que planificar la logística nacional a largo plazo, ¿qué aspectos considera fundamentales desarrollar?
– Hay que trabajar en la infraestructura de rutas y puertos que todavía no está aggiornada a niveles de primera clase, pero al menos deberían estar en mejores condiciones, porque eso genera muchos problemas. Lo mismo que en la gestión administrativa, donde queda bastante por mejorar y digitalizar los procesos. Pero básicamente, implementaría mejoras en todo lo vinculado con la tecnología y la conectividad.

-La última, según su visión, en 2050 la logística argentina…
-Tendrá un grado de robotización muy importante.