“La logística está cambiando y debemos adaptarnos a un escenario de nuevas tecnologías”.
Entender que la logística es una actividad clave para la economía implica reconocer que influye en el funcionamiento de un país. Los trabajadores y profesionales del sector lo saben y, durante la pandemia, también lo comprendió la población en general. “Tenemos un rol muy importante para la sociedad y de hecho, en estos largos meses, aprendimos que realizamos una actividad esencial”, dice Leonardo Ferreyra, director de Grupo Cargo.
Efectivamente, durante la pandemia, la logística mostró su capacidad y es fundamental “considerarla en la planificación y gestión de los recursos, tanto en el ámbito privado como en el público”, afirma este ingeniero egresado de la Universidad Tecnológica Nacional, donde también obtuvo su MBA.
Con más de 16 años en la compañía, donde desempeñó diferentes funciones en el área de operaciones, Ferreyra está convencido del rol clave que ha tomado la logística y la manera en que se ha desarrollado la actividad. Sin embargo, sabe, “todavía queda mucho por trabajar, mucha tecnología por incorporar, y mucho por aprender de otros países; todo lo cual nos debería permitir lograr un diferencial y hacer que nuestro sector sea aún más importante”.
En este sentido, agrega, en la actualidad han cambiado las necesidades del consumidor, que ahora requiere rápidamente los productos en su casa: “cada empresa de logística debe adaptarse para cumplir con esa nueva demanda y ese es el desafío que hoy debemos atravesar”.
Asimismo, si bien es consciente del gran nivel que poseen los operadores logísticos argentinos, reconoce que “la incorporación de tecnología es primordial y, para eso, el gobierno debería facilitar los trámites para su importación, ya que la gran mayoría de la tecnología proviene de afuera del país”. Para el directivo, esto les permitirá “consolidar una logística trazable para garantizarle al consumidor toda la información de su carga en tiempo real, un gran diferencial en la satisfacción del cliente”. Por supuesto, aporta, también será necesario avanzar hacia una logística comprometida con el medio ambiente, “lo cual dará una pauta más de la magnitud del salto en el nivel logístico local”.
-¿Cuál es su visión estratégica de la logística como negocio?
Actualmente, es clave entender que la logística está cambiando y el desafío de la estrategia logística como negocio pasa por adaptarse al nuevo escenario, a las nuevas tecnologías. Toda esta transformación va de la mano de los cambios en las necesidades del cliente y, por eso, resulta tan importante pensar desde ese lugar a la hora de tomar decisiones.
-¿Qué reflexión hace cuando escucha que hablan de la logística como culpable de la suba de precios en productos?
Esa afirmación no es correcta. Los costos logísticos deben considerarse como un componente más de los precios, tanto de productos como de servicios, y no como adicionales a ellos. Están asociados a la gestión de los recursos dentro de la cadena de suministros, desde el inicio en el despacho de materiales de los proveedores hasta la entrega del producto terminado al consumidor final.
En ese sentido, la suba de precios no es por la logística en sí, ya que en ella impactan muchos otros componentes de los cuales nosotros no tenemos el control, como por ejemplo los precios de los combustibles. También influyen la inflación o las negociaciones de paritarias, entre otros factores. Sin embargo, cabe destacar que, en estos últimos tiempos, la incorporación de tecnología e innovación hicieron más eficientes nuestros procesos y permitieron reducir aún más el costo logístico de cada una de las partes de la cadena de distribución.
– ¿La logística argentina es tan cara como sostienen desde ciertos sectores?
No considero que la logística argentina sea cara como un descriptor propio de la actividad, sino que tiene mucha relación con diferentes sectores de la sociedad, como el Gobierno, los clientes y los sindicatos. Por eso es primordial que los principales actores trabajemos en forma unida para lograr una logística todavía más competitiva, especialmente respecto de otros países. Sin embargo, olvidemos que nuestra actividad no está exenta de la situación general del país, las reglas del mercado y la inflación.
-¿Cuáles son los principales problemas que afronta la logística argentina?
En primer lugar, históricamente, fue una actividad que no tenía la importancia y trascendencia que tiene ahora. En la actualidad, veo a grandes rasgos dos problemas: la necesidad de crecer tecnológicamente y, por otro lado, el acuerdo y planificación entre todos los sectores para trabajar en conjunto. Sin dudas, son las claves para que la logística sea más competitiva y, en especial, podamos trabajar ordenados, con reglas claras. Desde la carga impositiva y laboral hasta los acuerdos sindicales con el gobierno; es necesario abordar la problemática de la logística y dar un mejor servicio a la sociedad.
-Si tuviera que armar un Plan Logístico Nacional a largo plazo, ¿cuáles serían los 3 primeros puntos que definiría como esenciales?
En primer lugar, haría una reforma laboral e impositiva que permita ordenar algunos aspectos fundamentales en el costo logístico, ese sería el primer gran impacto para ser competitivos. En segundo lugar, considero esencial políticas o incentivos para fomentar el crecimiento e investigación de nuevas tecnologías, acompañar desde el desarrollo intersectorial a esos proyectos. Y, en tercer orden, la formación de las personas para adaptarnos a estos cambios. La capacitación constante y compartir los casos desde diferentes ámbitos son las formas para crecer como sector a nivel nacional.
-Al respecto, ¿cómo ve a los profesionales y recursos humanos del sector?
En este último tiempo, la carrera en ingeniería logística tomó impulso y se ha desarrollado en diferentes universidades. De todas formas, se deberían realizar programas desde los centros educativos en unión con las empresas, que permitan re-versionar el contenido hacia lo práctico, hacia las exigencias del mercado, para formar mejor a los futuros especialistas en logística.
Si consideramos que la actividad tiene un espectro muy amplio, en los servicios es donde hay una parte importante por explotar, desde la especialización. También existen muchas carreras, ingenierías de diferentes sectores que permiten cubrir los puestos en operaciones, quizá desde lo interdisciplinario se encuentre un mejor camino.
-Para 2050, la logística argentina será…
Una logística de avanzada, tecnológica, con una transformación en la forma de pensar. Tenemos que adaptarnos de inmediato a los constantes cambios de consumo y demanda. Me imagino que la forma de transportar va a variar, aumentando la diversidad de medios y vehículos para llegar al cliente, de conectar a los proveedores, por lo que la logística requerirá de otro tipo de capacidades y flexibilidad.
La clave será que logremos adaptarnos a esa flexibilidad y rápida respuesta hacia las necesidades del cliente y que, al atenderlas, agreguemos valor a las tareas logísticas.
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