Las operaciones logísticas están cambiando por la irrupción de nuevas tecnologías que apuntalan la llegada de una era digital para toda la industria.

Un mercado complejo y cambiante, cada vez más dominado por algoritmos, impone permanentemente nuevos desafíos a las empresas de logística que, además de velar por la sostenibilidad del negocio, ahora deben innovar para crecer. En ese sentido, las operaciones tradicionales del sector están cambiando. Desde el almacenamiento hasta la distribución o transporte de mercaderías se ven influenciados por la irrupción de nuevas tecnologías que apuntalan la llegada de una era digital para toda la industria.

Esta nueva etapa online en la cadena de suministro está liderada por el surgimiento de diversas plataformas tecnológicas enfocadas en r-evolucionar el segmento para sacarlo definitivamente del mundo analógico.

“Estamos en un contexto de transformación tecnológica, con mega tendencias como el crecimiento de la conectividad, la masificación de dispositivos inteligentes, Big Data o Internet de las cosas, que están reconvirtiendo los procesos e industrias”, explica Armando Morón, CEO de T-CARGO, plataforma online que conecta transportistas con empresas dadoras de carga en tiempo real. “Todo esto representa por primera vez un salto evolutivo en la industria de la logística, por lo que debemos dimensionar la importancia del sector y su impacto en el resto del mercado que demanda mayor eficiencia, mejorar su rentabilidad y oportunidades de negocio”, agrega.

La influencia de eCommerce
“El crecimiento exponencial del comercio electrónico está marcando un camino de excelencia que va a ser difícil desandar y las plataformas online permiten el seguimiento detallado que demanda hoy el consumidor”, señala Julián Sanseau, Account Manager de Enviado.com, plataforma que mejora la eficacia y la eficiencia de operaciones logísticas para la última milla.

Sin dudas, el eCommerce “se convirtió en la industria más dinámica de la economía mundial, provocando cambios en las expectativas del consumidor final, por lo que los comercios ya saben que su estrategia de distribución no es más un hecho aislado, sino una parte esencial de la experiencia de compra”, explica Nur Malek Pascha, co-Founder de Envíopack, plataforma que ayuda a comercios en el armado de estrategias de distribución a medida, con mayor visibilidad y administración de costos.

Efectivamente, la industria está cambiando. Según Sanseau, “las necesidades de gestión y seguimiento son súper importantes ahora, el comercio electrónico elevó estándares y las empresas que deseen prestar servicios en la economía digital actual y futura, deberán contar con plataformas digitales que se integren a las compañías que requieren esos servicios”.

Visibilidad y transparencia
“El mayor impacto de estas tecnologías será la transparencia, algo que típicamente ha faltado en la industria. Nuestro objetivo es digitalizar por completo la cadena de suministro, lo que permitirá un ahorro de costos en productividad y una mayor eficiencia, con toda la información al alcance de los usuarios”, asegura Josh Mullens, CEO de Freightlancer.com, el marketplace global para logística de cargas, envío y transporte, surgido desde Freelancer.com, uno de los portales más grandes enfocado en el mercado de trabajo independiente y crowdsourcing.

Para Nicolás Cordero Tenreyro, quien junto a Miguel Covini, fundó megaespacios.online, enfocado en la actividad comercial de la industria logística, “el impacto de estas plataformas tecnológicas ya se siente, de manera muy positiva y con diferentes enfoques: seguimiento y visibilidad, control de stock, preparación de pedidos, seguridad, entre otros”. Su objetivo es dar visibilidad y competitividad a las empresas proveedoras de bienes y servicios de la industria, ya que el valor del tiempo y la inmediatez implican que la información pase, por ejemplo, por un smartphone. “La logística no escapa a esta necesidad de velocidad en la información, y teniendo en cuenta que la actividad digital deja registros de trazabilidad, los datos se pueden compartir para ahorrar tiempo y recursos”, indica Cordero Tenreyro.

Tradicionalmente, añade Mullens, “la industria logística estuvo dominada por procesos muy manuales y apenas en los últimos años está obteniendo algunos beneficios de la tecnología, por lo que hay aspectos para mejorar y aumentar la transparencia en la cadena de suministro”.

Un cambio inevitable
Como en otras industrias, la logística y el transporte de cargas vivirán una transformación todavía más profunda en los próximos años. Es parte de la revolución digital que ya impactó y modificó la lógica de la industria cultural, la manera de operar en el mercado financiero o de informarse y comunicarse en tiempo real, desde cualquier lugar. “Los proveedores logísticos se han dado cuenta que deben apostar a la digitalización ya que sus clientes no sólo requieren más visibilidad, sino también mayor información para tomar decisiones de negocio más asertivas”, destaca Nur Malek Pascha. Para la directiva, “si bien en Argentina hay una barrera de infraestructura por problemas de conectividad en rutas o trazabilidad en tiempo real de las entregas, los principales jugadores entienden la importancia de invertir para estar a la altura de los requerimientos del mercado”.

Según Julián Sanseau, “hoy la logística deja de ser una caja negra, porque el cliente quiere ver los incidentes y responder con celeridad. Tener todo en una misma pantalla mejora la experiencia y permite compartir información de forma más sencilla en tiempo real, permitiendo escalar y  manejar de manera remota grandes operaciones”. Mientras que para Josh Mullens, “gran parte del sector logístico tiene que ponerse al día con la tecnología. Hay áreas específicas de la industria que lo han hecho, pero es necesario que ocurra en todos los ámbitos”.

En definitiva, resume Morón, “el uso de tecnologías en la logística es esencial para obtener información del detalle de los flujos y rutas, reducir los costes, mejorar la satisfacción de los clientes y visualizar mejor la cadena de valor. Es decir, se vuelve una base de conocimiento fundamental, tanto para las compañías que distribuyen mercancías, como para las que transportan y ofrecen servicios de flete”.

 

(*) Este artículo se publicó originalmente en el diario La Nación, en el mes de abril.