En los últimos 2 años, la logística tomó un protagonismo inusitado, específicamente a partir de los costos logísticos sobre los que proliferaron incontables especialistas. Desde el presidente Macri hasta panelistas de televisión emitieron sus veredictos sobre una industria que, en la mayoría de los casos, no podrían definir. “Pocos saben qué es la logística. Empresarios o funcionarios dicen costos logísticos pero erróneamente se están refiriendo al transporte por camión”, explicó Jorge López, presidente de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol) y de la Asociación Latinoamérica de Logística (Alalog), en el marco del último Encuentro Profesional que organizó la cámara en abril.
En ese contexto, López reflexionó sobre la actitud del Gobierno Nacional: “es contradictorio que las mismas autoridades que hablan de reducir costos logísticos no paren de incrementar o agregar impuestos a una actividad que no supera un dígito en su rentabilidad. Si no bajan impuestos, combustibles o peajes, que alguien me explique cómo se reducen los costos”.
Para el directivo, otra contrariedad se ve en el Pacto Fiscal de 2017, donde se limita el cobro de Ingresos Brutos al transporte, pero no a la logística o al correo. Aprovechando ese detalle, 7 provincias ya subieron el impuesto a tasas del 5% para empresas de logística, otras 6 incrementaron hasta 8% Ingresos Brutos sobre alquileres de depósitos y casi todas las tasas municipales treparon al 2% de la facturación. Además, los peajes aumentaron 227% en 2 años y el combustible, de octubre 2017 a abril 2018, cerca de 43%.
“El 80% de la tarifa logística se va en impuestos, combustibles y mano de obra. No somos formadores de precios y culparnos por aumentos de precios es no conocer la realidad o querer beneficiar y defender vaya uno a saber a quién”, reclamó López.
Por su parte, Hernán Sánchez, en ese momento presidente de la Asociación Argentina de Logística (Arlog), se refirió a otra frase que se volvió viral gracias al desconocimiento imperante: “cuando dicen que es más caro traer un contenedor de Tucumán a Buenos Aires que importarlo desde Shanghai es una obviedad, porque mover 1 contenedor 2.000 kilómetros en camión es mucho más caro que mover 20.000 contenedores en un barco, de un continente a otro. Acá y en Holanda. Lo cierto es que hay un problema estructural y señalan a la logística para que todos repitan desde la ignorancia, sin profundizar la cuestión”.
Y continuó: “cuando escucho que nos culpan de los aumentos de precios me da mucha bronca porque no saben del esfuerzo que hacemos para sortear innumerables trabas que impone un país complejo, que no entiende el rol clave de la logística como política de Estado a largo plazo para la competitividad nacional”, se sinceró Sánchez; y añadió que “acá se hace logística muy competitiva pese a los palos en la rueda que encontramos cada día”.
Inversiones y políticas nacionales
El problema de los costos logísticos no es exclusivo de Argentina, aunque tenga los más altos de Sudamérica. Un estudio de 2017 entre miembros de Alalog indicó que posee el costo de operaciones más elevado, 24% encima de Brasil y 70% más caro que Bolivia, el más barato de la región. Si bien la problemática es global, cada país trabaja para disminuir tiempos y costos; aunque sólo dos, Uruguay y Colombia, entendieron que debían integrar a la logística en su Política de Estado y crearon planes estratégicos que trascienden gobiernos, con metas realizables y coordinadas con los privados.
Otros, como Argentina, siguen buscando la oportunidad. César Meirelles, de la Asociación Brasilera de Operadores Logísticos, explicó que “la logística requiere un programa de largo plazo y la acción conjunta de inversiones públicas y privadas”. A su vez, Antonio García, presidente de la Asociación de México, reconoció que “a pesar de tener 117 puertos marítimos y 27.000 kilómetros de vías férreas, tenemos mucho por mejorar porque aún es ineficiente mover mercaderías”. En Chile, en tanto, la inversión de privados fue muy efectiva, aunque el presidente de la Asociación Chilena, Neil Taylor, aclaró que “la concesión de rutas es bastante cara y preocupa al sector, por lo que trabajamos para bajar costos en los que, como región, estamos 50% encima de otros bloques”.
Por último, resumió Sánchez, “todos culpan de los costos al sector logístico pero el problema no está asociado a la operación logística sino a deficiencias en infraestructuras y, sobre todo, a cuestiones impositivas y burocráticas”.
(*) El presente artículo es un extracto de la nota publicada por Carlos Toppazzini en la revista Noticias (Editorial Perfil), en la edición del 27 de abril de 2018.-
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