La Asociación Argentina de Logística Empresaria (ARLOG) llevó a cabo el 9 de setiembre, en Buenos Aires, su quinto desayuno de capacitación y actualización del año. Abordó la relación que existe entre el área de supply chain y las finanzas. La jornada contó con las disertaciones de Gustavo Di Capua, director ejecutivo de Ernst & Young; el consultor Carlos Di Brico, junto con Rafael Vicco y Javier Mazzarello, gerente de logística primaria y gerente de planeamiento, respectivamente, de Compañías Cerveceras Unidas (CCU).
Gustavo Di Capua se refirió a la importancia del trabajo coordinado entre los responsables de supply chain de las empresas y el sector de finanzas, ya sea para aminorar los costos de distribución o adaptar la cadena de suministro a los distintos tipos de negocios. Al respecto, indicó que las empresas de consumo masivo, las tecnológicas y las automotrices son más dinámicas en su desempeño, e incorporan más prontamente a los financistas en las cadenas de abastecimiento, a manera de socios. Por el contrario, sostuvo que la industria pesada, por ejemplo las mineras o petroleras no son tan flexibles a los cambios y tardan en adaptarse a este nuevo modelo. Aseveró que las compañías necesitan alta capacidad de respuesta y una supply chain flexible para asegurar la entrega del producto correcto en tiempo y forma. La relación entre finanzas y el resto de las áreas, en consecuencia, tiene a ser cada vez más colaborativa.
El ejecutivo de E&Y enumeró las acciones para comenzar el cambio: crear consistencia entre el área de supply chain, el negocio y el área corporativa; apoyar las inversiones; realizar un seguimiento; mejorar el rendimiento, y gestionar el riesgo y la continuidad del negocio. Afirmó en ese sentido que “una relación entre finanzas y supply chain ofrece la oportunidad de romper barreras funcionales y establecer un clara visión entre la estrategia de venta y marketing de la compañía y las operaciones que esas estrategia requieren para ser llevadas a cabo”.
Luego fue el turno de Carlos Di Brico, especialista con larga trayectoria en firmas de la talla de Camuzzi Gas, Petroken, Emerson y Eveready, quien destacó la importancia de que los integrantes de las áreas de finanzas y supply chain se transformen en socios: “Esto aumenta la efectividad en el logro de los objetivos de aquellos procesos comunes a ambas áreas, con el propósito final de agregar valor al accionista”. Añadió que para que esa sociedad funcione es necesario considerar a la supply chain como un centro de beneficio económico y fijar algunos objetivos comunes en cada área.
Por último, Rafael Vicco se refirió al estado de resultados, es decir al estado financiero que muestra ordenada y detalladamente la forma en que se obtuvo el resultado del ejercicio durante un periodo determinado. Sostuvo que es la mejor medida para alinear la performance a través de los distintos procesos. Además se refirió al S&OP. “De este proceso participan supply chain y finanzas y permite detectar oportunidades de maximización de beneficios, realizar mejores análisis de trade off y optimizar el financiamiento de los proyectos de inversión”.
En tanto, Javier Mazzarello comentó cómo en el día a día se conecta la supply chain con las finanzas. “En nuestro caso, semanalmente realizamos una reunión operativa con el área de finanzas en la que se tratan temas asociados a los costos de distribución”. El gerente de logística primaria de CCU añadió que “en cuánto a la gestión, hay un seguimiento de presupuesto de fletes y análisis de causas de desvíos, y desde lo operativo se tratan los desvíos de matriz y envíos de flete con subocupación del camión, aunque por encima de la rentabilidad objetiva”. A modo de conclusión expresó: “Hay un valor agregado y una diferencia entre una compañía que implementa el modelo de supply chain y finanzas y aquella que no lo hace”.
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