La necesidad de trabajar en conjunto empresas y Estado para encontrar las mejores soluciones es una prioridad.
Cuando debemos actuar dentro de un entorno global y, en especial, fomentar las exportaciones para equilibrar la balanza de pago, no alcanza con un tipo de cambio adecuado sino que -adicionalmente- debemos generar competitividad a través de otros puntos a desarrollar. Es decir que el dólar no es todo, sino una parte, con la cual no alcanza. Para poder generar competitividad dentro de un entorno global es preciso, por ejemplo, mejorar en:
- La eficiencia y eficacia de gobiernos y privados, trabajando en equipo.
- Infraestructura y estructura logística.
- Comunicaciones.
- Innovación permanente y el conocimiento aplicado.
- La existencia de modos en competencia.
- Eliminación de costos ocultos o generadores de improductividades.
- Flexibilidad en leyes laborales y la actividad sindical, profesional y empresaria.
- Inversiones en tecnología.
- Política monetaria y fiscal.
- Capacitación de recursos humanos bajo formatos que extiendan sus beneficios.
Como sabemos, en gran medida, hoy tenemos un tipo de cambio competitivo, pero un montón de puntos -como los mencionados- donde no somos competitivos, sino todo lo contrario. Estos elementos son los que entre otros nos harán ganar realmente productividad y con ello una mayor competitividad.
Por otro lado, sucede que en entornos globales nos encontramos con ciertas realidades particulares sobre las que debemos trabajar como país, pues la globalización no permite ineficiencias. Precisamente, será la búsqueda de mayor competitividad la respuesta al desafío impuesto por las fuerzas globales de la competencia.
Asimismo, debemos preguntarnos a nivel Estado y privados cómo pueden nuestro país y empresas volverse más competitivos para luego acordar y trabajar juntos con el objetivo de encontrar las mejores soluciones. De hecho, en el marco de las reuniones regionales de la Asociación Latinoamericana de Logística (Alalog) para el análisis de factores que quitan competitividad a la región, se identifican numerosos escollos dentro de la función trasversal logística que ponen barreras al comercio dentro de América latina. Lamentablemente, Argentina es uno de los países con mayores costos y dificultades para optimizar su competitividad.
Sin dudas, la globalización exige la transformación de los sistemas productivos y logísticos, así como la adopción de estrategias que incentiven el fortalecimiento de la competitividad.
Por Carlos Musante, Responsable Técnico de CEDOL y ALALOG.
Dejar una respuesta