Desde su creación en 1998, la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (CEDOL) que agrupa a las principales empresas del sector, observó que existía una gran cantidad de servicios de bajo nivel a causa, precisamente, de la misma índole de una actividad no regulada. Esta característica generaba focos de falta de seguridad, contingencias de sustentabilidad y mantenimiento en el tiempo de los servicios, cuando en realidad, una contratación logística debería ofrecer no sólo mejora en el nivel de servicios sino una protección ante las contingencias que se presentan en los mercados nacionales.
Frente a este escenario, CEDOL reaccionó fortaleciendo la actividad mediante iniciativas tendientes a mejorar la selección de los Operadores logísticos por parte de las empresas clientes y dadoras de carga. Al mismo tiempo, comenzó a trabajar en el desarrollo de una certificación acorde a los principios de Responsabilidad Social Empresarial que pueda asegurar una correcta protección operativa, comercial y de gestión para evitar contingencias económicas, financieras, de distribución, información, confidencialidad, conflictos sindicales, etc. Y todo esto, porque en el contexto dentro del cual se mueve la actividad logística, es necesario contar con una operación sustentable en el tiempo, que mantenga los niveles de servicio pactados y que, al mismo tiempo, no genere costos futuros por mala evaluación del operador con el cual se quiera trabajar.
Un antecedente en Argentina. A partir del 2007, CEDOL desarrolló una publicación referida al análisis que debían efectuar las empresas demandantes de servicios logísticos sobre los posibles operadores a contratar. Es decir, se le sugería al cliente como debía seleccionar a su proveedor ideal para el proyecto a llevar a cabo. El proyecto fue hecho en forma independiente de las empresas integrantes o no de la cámara, por lo que representó un desafío importante y a la vez un aporte significativo a la búsqueda de mejoras en los niveles de servicio y sustentabilidad de los mismos en el tiempo.
Sin embargo, convencidos de que la mera sugerencia de dar lectura y cumplimiento a una buena contratación no alcanzaba para la excelencia en la gestión empresarial; en 2008, apoyados en la publicación antes mencionada y en una iniciativa semejante de la Cámara que agrupa a los operadores logísticos en España, CEDOL comenzó a diseñar un “Código de buenas Prácticas Empresarias para Operadores Logísticos”.
La publicación se trata de una guía de principios éticos y de gestión a cumplimentar por aquellas empresas (Operadores Logísticos) que deseen incorporar el Sello de Gestión Empresaria conocido como Sello CEDOL.
Convencidos desde el inicio que el mejor camino era dar cumplimiento a los denominados principios de Responsabilidad Social Empresaria, se pensó en una serie de parámetros como herramienta para reducir al máximo las contingencias mencionadas anteriormente.
En consecuencia, el Sello CEDOL de Gestión Empresaria surge, entre otros, por los siguientes motivos:
– Por la ausencia de normas y criterios claros sobre la calidad en el servicio y sus procesos. El código define los parámetros, y su certificación convalida el accionar de la empresa de operaciones dentro de esos parámetros fijados y revisados anualmente.
– Para la búsqueda de mayor transparencia de los proveedores de servicios logísticos en nuestro mercado. Este también es un punto fundamental en el análisis para el otorgamiento del Sello.
Asignación del sello y recertificaciones. Se trata del cumplimiento de 13 principios éticos-empresarios que deben ser cumplimentados y verificados a través de un proceso de revisión que se realiza necesariamente mediante una de dos entidades de alto prestigio internacional como son KPMG y Deloitte. En este proceso de revisión se verifica cada uno de los principios, que originan un puntaje, ninguno de los cuales puede dejar de ser cumplido. En la sumatoria deben de alcanzar un determinado y exigente grado de puntuación, de la cual se realizan verificaciones anuales y, cada 3 años se vuelve a realizar el 100% de la tarea de certificación. Estas consultoras realizan las verificaciones trabajando con manuales de implementación confidenciales, realizados por ellas mismas, con un alto contenido profesional.
Es decir, no es la Cámara quien asigna el puntaje necesario para que se otorgue esta certificación, sino las 2 entidades mencionadas. Esto permite una certificación transparente a través del cumplimiento de una serie de puntos a alcanzar en cada uno de los principios.
Cuando se analizan estos 13 principios (que se pueden consultar por internet), se verifica que no solamente hacen foco en aspectos operativos o de procesos sino que además abarcan toda la gestión de las compañías de Operaciones Logísticas, brindando la filosofía de lo que un debe ser un 3PL en materia de seriedad, cumplimiento de normas y de leyes sociales e impositivas, tratamiento con la gente, con sus clientes, en RSE y en todo principio que refuerza el concepto de organización. En esto, justamente, radica la diferencia de esta iniciativa respecto de otras certificaciones existentes en el mercado. El Sello CEDOL mide la gestión empresarial en su totalidad.
La exigencia de los dadores de carga. A la fecha, se observa un gran salto cualitativo en las organizaciones que dieron el paso hacia la certificación. Un salto que demuestra todavía más el grado de exigencia del Sello CEDOL, cuando se aprecia que de las 40 empresas nucleadas en la Cámara, apenas 7 alcanzaron los parámetros requeridos por las consultoras, en los 3 años que lleva el Sello desde su lanzamiento.
Porque siempre se ha distinguido por su aporte a la profesionalización del sector logístico, CEDOL continuará adelante con el proyecto, haciendo conocer al mercado el valor que significa para ellos contratar una empresa certificada en cuanto a las garantías sobre el cumplimiento, correcta administración del servicio y la eliminación de cualquier tipo de contingencia.
La experiencia de España demuestra un crecimiento gradual pero sostenido de certificación, hasta que en determinado momento los generadores de carga comenzaron a solicitar en los pliego de licitación la preferencia que se daría a las empresas que tengan este sello de gestión. También se detectó que cuando la empresa generadora de carga decidía trabajar de esta manera, se informaba a su actual proveedor con mucho tiempo antes del fin del contrato, que en la próxima oportunidad de renovar el mismo, figuraría la nueva política, para no generar cambios abruptos sino que las empresas de servicios y sus clientes tuvieron el tiempo necesario para que contar con este beneficio a futuro.
Este benchmarking también demuestra que, cuanto antes se comenzó con el cambio de paradigma, mejoraron las relaciones y se aumentaron los niveles de calidad de servicio, desapareciendo prácticamente las contingencias operativas y económicas. España cuenta en la actualidad con la cantidad de players certificados que le permite al mercado una mejor selección de sus operadores logísticos.
Cuanto antes comencemos en Argentina a implementar esta práctica de manera masiva, mejores serán los resultados globales. Su desarrollo, además, permitirá ganar en confiabilidad y sustentabilidad en las operaciones.
Este es un mensaje para los generadores de carga, pero también para los denominados operadores logísticos, en especial aquellos que trabajan bajo estos criterios y pueden distinguirse del resto mostrando sus resultados a través de la obtención del Sello.
Por el Dr. Carlos A Musante, Director Técnico de CEDOL.
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