La infraestructura, el transporte y la logística son factores determinantes en la evolución económica de un país. Hoy recobran una importante relevancia el desarrollo de energías renovables y vinculado a este impulso es necesario reconsiderar la planificación y la estrategia en función de estos desarrollos.
Tanto por el tipo de mercaderías a transportar, como por el hecho de estar situada en zonas geográficas alejadas y con ciertas particularidades (suelos, climas), la logística para la construcción de obras de energía o minería tiene características especiales que aquí repasaremos, por lo menos en una primera aproximación.
La mayor cantidad de estas obras se encuentran en las provincias de San Juan, Mendoza, Jujuy, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, donde se concentran las zonas de minería y operaciones de gas y petróleo.
Para este tipo de obras, los principales materiales que se deben transportar son: elementos para la construcción, productos químicos, cañerías de diferentes diámetros, equipos y otros (como vestimentas, accesorios, herramientas).
En el caso de las cañerías, por ejemplo, a veces exigen requerimientos específicos para la carga y la seguridad de las mismas. También los productos químicos tienen sus particularidades de logística, ya que algunos de los que se transportan son peligrosos y en ciertos casos se debe realizar la logística inversa para trasladar los envases vacíos luego de ser utilizados en los yacimientos
Dichas mercaderías, en ocasiones, requieren cuidados especiales. Por ejemplo, los tubos revestidos (dado que no pueden sufrir rayaduras o marcas), se transportan con estacas revestidas, maderas de características determinadas para ir apoyando los mismos y fajas especiales, de mayor resistencia, para la sujeción de la carga.
Climas y rutas extremas
Muchas de estas obras se encuentran en zonas de caminos no asfaltados, por lo que, las unidades deben circular en condiciones extremas de ripio, hielo y nieve en el invierno, lo que obliga a extremar todas las medidas de seguridad en la conducción.
Los choferes deben estar especialmente entrenados y contar con cursos de capacitación, en cuanto a seguridad e higiene, no solamente por parte de las empresas de transporte sino también de las propias compañías a cargo de la construcción de las obras. Esto es lo que asegura un correcto y seguro ingreso a los predios.
En numerosos casos, se debe circular por rutas de montaña, con ascensos a alturas cercanas a los 4.000 metros, donde se ven significativamente alteradas las condiciones para los conductores y los equipos.
En algunas zonas, como el sur del país, también se deben tomar en cuenta los aspectos medioambientales, debiendo circular a no más de 40 km por hora, para preservar en todo momento la flora y fauna de las reservas naturales.
Preparación de viaje y choferes
De acuerdo a lo que se viene exponiendo, queda claro que los choferes deben estar especialmente capacitados para realizar estos viajes. En el caso de las mercaderías peligrosas, también, deben tener una habilitación especial, además de la que debe contar el camión y el semirremolque (con una determinada antigüedad máxima).
Los conductores se someten a cursos y análisis físicos, más exhaustivos que los habituales y, en el caso de transportes de tubos, deben capacitarse también con las empresas que los producen para su correcto transporte.
En síntesis, y por todas las características de materiales, zonas, suelos, climas y demás, cada uno de los viajes requiere una planificación de varios sectores de la empresa de transporte, como para luego poder cumplir en tiempo y forma con los requerimientos de la logística de este tipo de obras.
Autor: Raúl Anganuzzi, Ejecutivo de Cuentas en Cruz del Sur
Dejar una respuesta