En diciembre se cumplió un año de la creación del Ministerio de Transporte, una medida dilatada por los gobiernos y reclamada por el sector desde hace mucho tiempo, aunque -explican algunos- lo ideal hubiera sido denominarlo “de logística” para marcar una clara definición política, con mayor alcance, visión de futuro y un definitivo criterio integrador. Lo cierto es que, más allá de los títulos, la iniciativa fue celebrada y recibida con grandes expectativas y no menos incertidumbres. Semejante responsabilidad cayó en manos de Guillermo Dietrich, proveniente de esa cartera en el Gobierno de la Ciudad y alejado del perfil que en el ambiente llamarían “del palo”.
Un Ministro que, tal vez motivado por estos primeros doce meses de gestión, se vio bastante seguido estas últimas semanas en distintos medios de comunicación repasando acciones o adelantando medidas y, sobre todo, ofreciendo algunas definiciones que no pasaron desapercibidas. “El camión va a seguir siendo el medio de transporte más importante de nuestra actividad comercial, porque hoy aglutina el 96% de la carga transportada; por eso, en una Argentina que crece va a haber más camiones”, declaró Dietrich y al instante comenzó el murmullo entre los protagonistas del transporte ferroviario, marítimo, fluvial y hasta aéreo. Pero también, incluso, se alzaron voces desde las empresas de camiones.
Mediante un comunicado, la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), aseguró que “desde el sector sabemos que muchas son las cuestiones a resolver para que la actividad continúe creciendo, entre ellas, bajar el costo logístico y mejorar los accesos y caminos”. Además, puso el foco en otras palabras del Ministro donde asegura que “bajar la carga impositiva que pesa sobre el transporte de cargas y las mejoras en infraestructura, están dentro de los objetivos prioritarios que tiene el Gobierno Nacional”.
En el mismo texto, la entidad aclaró que “si bien celebramos el compromiso del Gobierno Nacional en trabajar a favor del multimodalismo, mejorando la infraestructura y bajando la carga impositiva que recae sobre el sector, necesitamos que los diferentes actores del Gobierno también den su apoyo revisando temáticas como los costos del combustible, los peajes, el financiamiento y la competitividad del sector”.
“Necesitamos que estas cuestiones se traten con urgencia para que el transporte de cargas continúe como el principal protagonista del comercio”, reclamaron desde la Federación.
Visión integradora
La mayoría de los empresarios de la actividad logística y el transporte, coinciden en destacar que durante este primer año de gestión “se reactivó el diálogo con el Gobierno” y, sobre el Ministro en particular, rescatan su predisposición a “escuchar los reclamos y atender propuestas” para encarar acciones conjuntas. “Entiendo que no es fácil tener un Ministerio nuevo y meterse en el mundo del transporte y la logística”, reconoce Hernán Sánchez, Presidente de la Asociación Argentina de Logística (Arlog). “Por eso veo la creación del organismo, en general, como algo muy positivo; aunque en lo específico, quizás, me hubiera gustado ver concretado alguno de los planes estructurales que existen”, analiza.
Pasar de Secretaría a Ministerio “es conveniente para la actividad”, concuerda Jorge López, Presidente de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol), pero reconoce que “la agenda es muy grande” y debería incluir temas como “un plan maestro en el Mercado Central para la concreción de un nodo logístico, la infraestructura o los tiempos de demora en el acceso a puertos”. En ese sentido, Ignacio Rey Iraola, Presidente de SAF, apunta que “quizás se están focalizando mucho en autopistas” y “hay que ver el desarrollo de todos los caminos secundarios, clave para optimizar la logística y desarrollar, por ejemplo, el mercado agropecuario”.
Sin embargo, según López, el tema prioritario en el sector sigue siendo el de los costos generados a partir de los elevados impuestos y aumentos de combustibles o peajes: “no veo que pueda tener remedio a corto plazo por la altísima carga impositiva que existe. Lo sufrimos mucho ya que el 40% aproximadamente del costo del transporte es carga impositiva”.
Por su parte, Ricardo Cruz, Director de Negocios de Andreani, espera en algún momento hablar de Ministerio de Logística “para atender muchas asignaturas que quedan por trabajar más vinculadas a la integración”. Más allá del estado deficitario de las rutas, el ejecutivo mencionó la problemática logística de las grandes ciudades como “un aspecto que se seguirá complejizando y que requiere un análisis profundo para concretar un plan a largo plazo”. En tanto que Marcelo Ormaechea, Director de Celsur, considera que “aún debe articularse, depurarse y tratar de mejorar el alcance del Ministerio para que sea efectivo”. En este sentido, ejemplifica, algunas funciones aparecen superpuestas ya que “todavía encontras obra pública en el Ministerio de Frigerio o que Producción aparece con proyectos meramente logísticos. Creo que falta terminar de articular las funciones para que efectivamente el Ministerio de Transporte englobe todo el movimiento de cargas, desde la ruta y los vehículos, hasta depósitos, ferrocarriles o puertos”.
Por último, agrega Rey Iraola, “ojalá que esta decisión ministerial se mantenga en el tiempo y sigan escuchando a los protagonistas del sector”.
Fuente: Artículo publicado en el Suplemento Trade de Ámbito Financiero.
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